sábado, abril 4

MYANMAR


BIRMANIA, EL PARAISO EXISTE.











Nu-nu, no le cabe su gran corazón



Detalle habitaciòn hotel en Lago Inle


Joven birmana aseándose el pelo

Mandalai. Monasterio budista.

Lago Inle


Estas imágenes, aunque muy bellas, sólo son una mínima expresiòn de Myanmar. Si alguièn está buscando de verdad el Paraíso aquí lo encontrará.


VIAJE A MYANMAR, BIRMANIA. Julio,2006. "Mingalabar"
15 julio,2006, sábado.
Nos encontramos en Yangón, capital de Myanmar antes Birmania. Hotel Nikko Royal Lake. Asia, otra vez Asia, el gran continente cuya belleza es incomparable. Siempre deseamos volver a esta zona del mundo.
Ayer a las 15 h. 30 m. salìamos direcciòn Barajas en un Seat Altea de alquiler. A las 22 h. 30 m. despegábamos en un A-300 rumbo a Doha, capital de Qatar, con la compañía aérea QATAR-AIRWAYS. Tras siete horas de vuelo aterrizábamos en Doha. Dos horas después tomábamos otro vuelo destino Yangón.
16 julio, domingo.
A las 4 h. 30 m. de la mañana nos levantamos hoy. Poco despuès salíamos para el aeropuerto de Yangón para salir en un pequeño aviòn bimotor de hélices rumbo a Bagán, donde llegamos tras 1 h. 20 m.
Primero venimos al hotel, Bagan Thiripyitsaya Sakura, un complejo impresionante. Nos alojamos en un bungalow.
Visitamos por la mañana un mercadillo local. Una mezcla de olores irreconocibles, vegetales y hortalizas algunas de ellas auténticas abstracciones para nuestros sentidos. Aceites de coco, pescados en salazón con miles de moscas revoloteando alrededor. Auténtico. Era como introducirte en un documental. Una experiencia el poder vivir un día normal en los que haceres de una mujer birmana.
Luego hemos ido a uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes del mundo: las pagodas de Bagán. Más de 2.500 pagodas. La Pagoda Dorada de Shewezigon recubierta de pan de oro. Templo de Kyansitthar U-Min, Templo de Htilominho. Despuès de comer en un restaurante junto al río, con unas vistas espectaculares, hemos ido al Templo más famoso de Old Bagan, el Templo Ananda. 53 m. de altura. Cuatro Budas enormes en el interior. Por fuera es bellísimo.
Muchos de estos templos están siendo recuperados por la UNESCO despuès de que un gran terremoto en 1975 provocase serios destrozos.
Luego hemos subido hasta lo alto de una pagoda para ver la puesta de sol, justo a las 18 h. 45 m. Ha sido una jornada inolvidable, comparable con la que vivimos cuando descubrimos las Pirámides de Egipto, el Taj Mahal en la India, la Gran Muralla China, Sant Michel en Francia...Las pagodas de Bagán. Si Myanmar tuviese otro régimen político y estuviese abierto al mundo este lugar sería seguramente considerado como una de las Maravillas del Mundo.
Algo que llama poderosamente la atención es la casi ausencia de turismo. Vas a cualquier parte sin encontrarte con ordas de turistas bajando de los autobuses ávidos y hambrientos por comprar cualquier cosa, coger la mejor posición para hacer una foto, etc. Nuestro grupo lo formamos únicamente cuatro personas, una pareja de Valencia de 59 y 55 años y nosotros dos. Nos acompaña nuestra encantadora guía Nu-nu.
Después de cenar en el hotel hemos dado un paseo por estas magníficas instalaciones y a descansar. Birmania es un paraíso virgen, un lugar por descubrir...
17 julio, lunes.
Nos encontramos en el hotel descansando un rato. Hemos estado toda la mañana viendo pagodas en Bagan y luego saldremos de nuevo para ver otra puesta de sol desde lo alto de una de ellas.
Primeramente hemos ido a una aldea. Increíble, nada de montaje turístico ni de decorados como hacen con otros lugares del mundo. La auténtica Birmania. Chozas de hoja de palma donde viven familias enteras en una misma vivienda. El ganado, las vacas, felizmente sueltas por la aldea paseando por las calles de tierra y piedras. Los niños corriendo tras nosotros para darles dulces y lapiceros. Todo el mundo saludándonos con la mano y sonrièndonos. El paraíso, sí. Si en algún lugar existe es aquí. Recordaba en parte a la aldea donde viven las Mujeres Jirafa en Tailandia, pero este es más real, el otro está muy condicionado por el turismo y este no. Sin tenderetes de souvenirs, aquì nadie te vende nada, acaso te regalan una sonrisa.
La mayor parte de la población trabaja en el campo, aquì en este país casi no se conoce todavía la industria. El tractor ni lo conocen, aran la tierra con bueyes. Nu-nu me preguntaba si en España ya tenemos tractores para trabajar la tierra. Hay que tener en cuenta que estas gentes no tienen informaciòn de lo que ocurre fuera de su país.
Luego hemos visitado distintas pagodas hasta llegar a la "Dhamma Yazika Pagoda", simplemente espectacular. Debería encontrarse en los textos como una de las construcciones más bellas de la Tierra y sin embargo casi nadie la conoce, Nu-nu nos ha dicho que se encontraba incluso fuera de los programas. Un lugar para no olvidar.
Finalmente no hemos visto la puesta de sol, pues estaba nublado, dá lo mismo, las vistas eran igualmente impresionantes.
Hemos cenado en un restaurante precioso con espectáculo de marionetas. La comida estaba riquìsima. Es una especie de mezcla entre india, thai y china. Arroz, vegetales rebozados, cerdo agridulce y una sopa de lentejas que a Nieves le encantan.
Me asombran los precios en algunas cosas. Por ejemplo, comer es baratísimo para los birmanos, sin lujos por supuesto. Un sueldo de 50 euros al mes puede considerarse bueno. Un piso cuesta unos 3000 euros, sin ascensor y con ocho horas de luz al día. De lujo puede costar unos 35.000 euros. Un teléfono móvil cuesta 2.500 euros, sí, he dicho bien ¡casi como un piso!. Instalar un teléfono fijo ¡3.000 euros! y solicitando un permiso que casi nunca conceden. Un vehículo sin aire acondicionado cuesta 35.000 euros.
Se acabó nuestra estancia en Bagan. Uno de los lugares más bellos que he visto. "Pagodas de Bagán" siempre os voy a recordar. Un lugar para volver algún día...
18 julio, martes
Nos encontramos en Mandalay, la segunda ciudad en imp0rtancia de Myanmar. Diez horas para recorrer unos 200 km. Tan sólo hemos parado en ruta dos veces, una para ver en una choza todo lo que son capaces de obtener de una palma: aceites, licores, azúcar... Luego desde un monte a 1500 m. de altitud hemos visto en el fondo el Monte Popa, una especie de Monte Olimpo a lo asiático, lugar de morada de los dioses. Nu-nu nos ha dicho que en el monte donde nos encontramos habitan elefantes y tigres salvajes. Hemos comido en un restaurante de carretera, por cierto, he tomado una sopa de verduras bien apañadita de gusanos. Sòlo en la última cucharada me he dado cuenta del extra.
Nos encontramos en el hotel Sedona. Hemos cenado extraordinariamente bien. Comida asiática muy bien presentada, diseño total y moderna.
El susto del día lo ha protagonizado Nieves cuando esta mañana se ha levantado con los ojos, los párpados hinchados. Como algo fugaz nos ha venido a la mente lo que viviò en Nepal. Pero no. El sol que nos diò en la jornada de ayer durante todo el día le ha provocado alergia y es que además tiene una piel muy sensible. Con unos antialérgicos que llevamos en el botiquín se le ha ido durante el día.
Los viajes por carretera aunque pueden parecer cansados resultan muy instructivos, ves todo más cerca, más real, no como en el aviòn. El asfalto o no existe o se encuentra en estado ruinoso. Hemos cruzado varios riachuelos con el coche con el riesgo de que si viene una crecida tienes que esperar a ver como baja y seguir. Hemos pasado por aldeas con chozas de palma como las del pueblo que vimos ayer. Hemos visto a niños yendo y viniendo de las escuelas uniformados todos igualitos con una camisa blanca y falda o pantalón azúl. Otros que no están escolarizados y trabajando en la construcción de puentes, con cestos llenos de piedras sobre sus cabezas. Camiones y autobuses repletos de gente hasta subidos en el techo. Automóviles casi no hay, los pocos son japoneses y muy viejos. Lo que más se ve son motocultores tirando de un remolque de madera donde se sube la gente o carros arrastrados por bueyes, tambièn muchas bicicletas. Birmania es el pasado de España hace 70 años.
19 julio, miércoles.
Esta mañana hemos visitado la Pagoda Mahamuni. Contiene figuras traìdas de Angkor Wat en Camboya. La gente toca sus cuerpos, brazos, piernas, cabeza... para traerles salud. Algunas de estas figurillas están mutiladas. Dicen que en una època se oìan ruídos en su interior y pensaban que contenían espíritus y por eso las apalearon.
En Amarapura hemos estado en el interior de un monasterio con más de mil monjes. Aquí es obligatorio pasar dos años de tu vida en un monasterio, como si fuese el servicio militar. Hemos visitado cómo les servían la comida desfilando armónicamente con sus cuencos. Hemos entrado en el comedor y en sus habitaciones. Verdaderamente sus caras expresaban de todo menos alegría. Nu-nu dice que iban concentrados y yo digo ¡un cuerno!.
Hemos cruzado el puente U Bein que cruza el lago Taunghaman, el más largo del mundo construído en madera de teca. Hemos subido a la colina de Mandalay donde se encuentra otro templo. Hemos visitado un taller donde elaboran pan de oro que utilizan para recubrir Budas.
Ahora entiendo porquè en este país está prohibida la entrada a extranjeros que trabajen en algo relacionado con los derechos humanos, periodistas, abogados, etc. El trabajo que realizaban cuatro muchachos para obtener el pan de oro es infrahumano. Con un mazo de 6 kg. que casi yo no podía ni levantar, golpean y golpean el oro envuelto en papel de palma hasta hacerlo puré. Asì seis horas con descansos de media hora. En un cuartucho subterráneo las mujeres golpean y golpean el bambú y la palma para obtener las láminas para cubrir el oro. Aqui no existen los derechos de los niños, en cuanto se levantan del suelo a trabajar. Estamos viendo el Tercer Mundo en toda su extensiòn. Aquì no nos esconden nada, estamos vièndolo como es. No como en China que sólo te enseñan lo que les interesa como signo de grandeza.
20 julio, jueves.
Nos encontramos en el Lago Inle, en el complejo Inle Resort, en una isla en medio del lago. La "cabaña" donde nos alojamos tiene unos sesenta metros cuadrados construída íntegramente en madera y palma. Rodeada de una exuberante vegetaciòn. Sólo se escucha el sonido de la selva, insectos y aves nocturnas. El lugar más bonito y tranquilo - y lujoso- que hemos estado jamás. Autènticamente de película. El lugar donde nunca nadie te encontraría.
Nos levantamos hoy muy temprano para desayunar y salir al aeropuerto de Mandalay. 30 m. de vuelo para llegar a Heho. Tras más de 2 h. por infernales carreteras o pistas hemos llegado a las cuevas de Pindaya. Cientos y cientos de figuras de Buda de todos los tamaños se encuentran dentro de una impresionante cueva que ya fuè habitada en tiempos prehistóricos. A esta zona se le llama la Suiza Birmana por sus imponentes paisajes. Campos de arroz, de coles, bueyes arando, montañas, ríos... Despuès de comer otras dos horas de coche hasta llegar al lago, luego 25 m. en canóa hasta llegar al hotel.
Esta mañana hemos comprado unas máscaras de Buda para casa y para regalar.
21 julio, viernes.
El dìa de hoy lo hemos dedicado a recorrer algunos pueblos del lago. Primeramente y tras màs de cuarenta minutos en canóa hemos ido a un mercado local que se celebra cada cinco días. Los lugareños acuden allí a vender y comprar productos normalmente obtenidos en el mismo lago: frutas, hortalizas, pescado seco, etc. Hemos comprado algunas imágenes de Buda y monjes de madera.. Hemos seguido recorriendo en canoa varios pueblos flotantes. Increíble. Imposible de expresar con palabras. No sé si esto es real, un sueño, un maravilloso sueño.
El lago está habitado por los Inthas -hombres del lago- los únicos del mundo que reman con el piè. Sus casas están hechas con juncos. Toda su vida transcurre en el agua. Es el ejemplo perfecto de integraciòn en el medio. Cultivan sobre islas flotantes que arrastran con cuerdas. Están fabricadas con mezclas de fangos y algas. Sobre ellas plantan tomates y otras hortalizas. Cuando han recogido la cosecha queman los rastrojos y obtienen el abono. Hemos visitado casitas donde trabajan la seda, en otra la forja, otra donde hacen puritos. Hemos visitado un monasterio budista llamado de los gatos saltarines y es que los monjes tienen una docenita de gatitos a los que les hacen pasar a través de un aro. Luego hemos ido a la pagoda de Phaung Dan Oo.
Estas gentes no tienen lógicamente automóviles, ni lavadoras, ni lavavajillas, pero se las ve inmensamente felices con lo que tienen.
22 julio, sábado.
Yangon. Nos encontramos donde comenzamos nuestro viaje en Myanmar.
Temprano salíamos al aeropuerto de Heho para salir hasta la capital del país. Asì nos despedíamos de uno de los lugares más bellos y auténticos del planeta.
Hemos estado en el mercado de Bogyoke. La Pagoda de Sule, La Pagoda Chaukhtate donde se encuentra un Buda recostado de 70 m. de largo. Al anochecer una auténtica maravilla: la Pagoda Shwedagon. Una inmensa pagoda bañada en pan de oro en lo alto de una colina de la ciudad y rodeada de pequeñas capillas con Buda. Un torrente de agua caìa mientras visitábamos el lugar. En el cielo cubierto se reflejaba la silueta de la pagoda, quizás para magnificar su estampa y recordarnos que nos encontramos en un lugar celestial. Antes de esta visita y despúés de comer hemos visitado el museo arqueológico nacional.
Mañana tenemos día libre. Nu-nu ha dicho que a las 14 h. vendrá a buscarnos porque quiere invitarnos personalmente a comer. Se pueden decir tantas cosas bonitas de esta mujer que no cabrían.
23 julio,domingo.
Hoy he estado bastante fastidiado. Durante la noche he tenido que ir varias veces al baño. Algo debiò sentarme mal durante la cena. Gracias al Fortaset que llevamos en el botiquín he conseguido cortar el grifo, pero ésto no ha impedido que durante el resto del día tuviese la sensaciòn de haber sido atropellado por un camiòn.
Por la mañana hemos quedado con Paco y María para pasear hasta un parque próximo al hotel. Para paseos estaba yo. Una cortina de agua ha abortado el paseo y hemos vuelto al hotel, algo que agradeceré el resto de mis días. Me he quedado durmiendo hasta la hora de ir a comer, cuando ha venido Nu-nu a buscarnos. Nos ha llevado a un precioso restaurante, en una terraza junto a un lago. La cuenta ha corrido a cargo de Nu-nu. Ni que decir tiene que nuestra gratitud le ha sido dada en forma de una buena propina por todas sus atenciones durante el viaje, 40 dólares por pareja.
24 julio, lunes.
Nos encontramos en Madrid. A las 7 h.30m. salíamos rumbo a Doha, luego a España.
Se acabó uno de los viajes más bonitos que hemos hecho hasta ahora. La realidad se confunde con la ficciòn, con nuestros parámetros de conocimiento.
Myanmar, mi querida Myanmar, siempre te llevaré en mi memoria, jamás te olvidaré...
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Me referí en una ocasiòn a que de Nu-nú, nuestra guía, podrían decirse muchas cosas extraordinarias. Pensaba escribirlo en otro relato y en otro contexto, pero lo voy a hacer ahora. Si todo en Birmania es irreal, también este relato lo es, pero sólo en parte.
"Una mañana, mientras desayunábamos en una terraza en el hotel del Lago Inle, María y yo charlábamos sobre las cualidades de Nu-nu. Una mujer que era pura inocencia. Nos comentó en una ocasión que su salario lo dividía en tres partes, una para el día a día, otra para ahorrar y otra para repartir con su familia. Nos contó que estuvo una vez enamorada de un chico al que todavía quería aún saliendo ahora con otro, pero que lo dejaron porque nunca se iba a entregar él por completo a la familia de ella, algo muy sagrado aquí. Hablamos de que Nu-nu nunca añoraba nada. Muchas veces nos decía que ella era feliz si nos veía a nosotros felices, ella estaba triste si nos veía a nosotros así tambièn. Aquí en España diríamos de forma cariñosa que es un auténtico huevo frito. Y mientras charlábamos de ello le dije a María ¿te imaginas que Nu-nu no existiese, que solo la brisa del lago la configura en mujer? y acto seguido apareció en la canoa saludándonos con la mano en alto y gritándonos MINGALABAR, MINGALABAR , que significa más o menos HOLA, HOLA.
Durante ese día en algún momento Nu-nu nos habló de los Nats, espíritus protectores que habitan entre los humanos. Algunos reyes enterraban incluso a niños vivos en algunas pagodas, como Ananda, para que estuviesen de por vida allí como espíritus protectores. A Nu-nu le preguntamos quièn iba a ser nuestro espíritu protector cuando regresáramos a España y ella muy seria, con el semblante cambiado nos dijo: yo siempre seré su espíritu protector, siempre les acompañaré. María y yo nos quedamos mirando recordando la conversaciòn que habíamos mantenido minutos antes.
Fué en Yangon, cuando visitábamos el museo arqueológico nacional, cuando me dí cuenta de que mis fantásticas e imaginarias impresiones sobre Nu-nu, dignas de un cuento de exagerada ficción, podían estar más cerca de la realidad de lo que pensaba.
Durante la visita entramos a una estancia del museo en la tercera planta dedicada a la etnología del país. Allí docenas de maniquíes vestían los atuendos propios que acostumbraban a llevar las gentes según las regiones, la posiciòn social, la época y el motivo que lo requería. En la entrada a la sala había una enorme estatua de unos 4 m. de altura que representaba, nos dijo Nu-nu, a uno de los Nats o espíritus guardianes más poderosos que existían. Su cuerpo era un león con garras y alas de águila. La cara, su rostro de humano, era el de una mujer, una mujer cuyos rasgos de forma impresionante recordaban a los de Nu-nu. Un escalofrío recorriò mi cuerpo y miré a Nu-nu, ella clavó sus ojos en los míos y oí en mi interior: en el budismo la realidad no es lo que parece.
Este mismo día cuando salimos al aeropuerto de Heho nos hicimos una fotografía en grupo, incluída Nu-nu, de estas de guardar en el album. El domingo 24 cuando nos despedíamos en el aeropuerto de Yangon para salir a España nos entregó un sobre a cada uno y nos pidiò que lo abrièsemos únicamente cuando volásemos muy alto. Así lo hice manteniendo la promesa como un niño, fuí el único. Allí, en lo alto como prometí abrí el sobre. En la foto aparecemos los cuatro miembros del grupo y otra persona que no es Nu-nu. En su lugar, en su sitio, aparece una anciana vestida con ropas muy antiguas, rodeada de un halo luminoso. Sonríe, transmite ternura, paz, seguridad. En el reverso de la foto hay una nota que dice: EN EL BUDISMO LA REALIDAD NO ES LO QUE PARECE. TENED SIEMPRE MI PROTECCION. NU-NU."

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