martes, mayo 27

SALVATIERRA DE ESCA




RESTAURANTE VIRGEN DE LA PEÑA, SALVATIERRA DE ESCA, Y EXCURSION FIN DE SEMANA.



Son muchas ya las ocasiones que hemos realizado esta ruta que tanto nos encanta, esta vez repetiremos algunos lugares y sumaremos otros nuevos que no conocemos.
Partimos por la autovìa de Huesca rumbo al Valle de Roncal, Navarra. En el camino hacemos una breve parada para fotografiar al fondo los impresionantes Mallos de Riglos.

Mallos de Riglos


Un cartel indicativo del Valle de Roncal
Al pobre le tocó un dueño tan trotamundos como yo



El bello pueblo de Roncal




Después de dar un paseo por el bellìsimo pueblo de Roncal volvemos tras nuestros pasos hacia Salvatierra de Escá para comer en el restaurante Virgen de la Peña. Hace muchos años, 16 ò 17, lo conocimos cuando se llamaba Casa Miguela y desde entonces y durante todos estos años hemos estado volviendo. No me cansaré de decir que es de lo mejor que he conocido en cuanto a la atenciòn, la calidad y los precios. Ir a comer hasta allì es disfrutar primero de un día entre parajes espectaculares, ofreciendo diferentes rutas para el viajero y sobre todo para ofrecer un auténtico placer al paladar. La atenciòn de Luciano y su familia es digna de destacar. Lo recomiendo para quienes busquen pasar un día completo entre montañas, pueblos maravillosos y sobre todo quienes disfruten de una exquisita comida.

Alubias. Despiertan los cinco sentidos
Ensalada de ventresca
Lubina al horno y su apaño

Chuleta de vaca
Leche frita de postre


  Las imàgenes hablan por sì solas. "Virgen de la Peña" ofrece además servicio de habitaciones para los que deseen pernoctar allí el fín de semana o varios días si se quiere conocer el encanto de esta zona.
  Después del disfrute de la comida salimos de nuevo a la carretera para continuar con nuestra ruta. Nos acercaremos primeramente hasta Ansó, bellìsimo pueblo aragonès, del que obtendremos algunas fotografías panoràmicas.
Ansó

  Continuamos hasta Hecho, otro de los pueblecitos más bellos de Aragón.

Las "Dos señoras". Carretera Ansó-Hecho
Disfrutando de lo lindo


Cumbres nevadas de los Pireneos

Escultura al traje tradicional de Hecho
Tìpicas chimeneas de Hecho



Continuaremos hacia Siresa y Selva de Oza.

Un rebaño de vacas en la carretera


Camino de la Selva de Oza encontramos estampas tan bellas como estas



Llegamos a la Selva de Oza y encontramos este cartel informativo que nos explica qué es lo que vemos exactamente delante de nosotros.











Como puede verse el lugar es verdaderamente idìlico. Volvemos por donde vinimos y paramos brevemente en Siresa para fotografiar el monasterio en el que naciò Alfonso I El Batallador.

Monasterio de Siresa.





Seguimos de nuevo hacia Hecho para salir a Casalarreina. De ahí direcciòn Pamplona hasta Sangüesa y Castillo de Xabier donde pasaremos la noche. El lugar tambièn se las trae por su belleza.

Aquì naciò  el Santo Francisco Xabier




Nos alojamos en el Hotel Xabier. Discretillo. Hemos optado por la media pensiòn. El menú es muy extenso, algunos de los platos que anuncian no se encuentran en ese momento. Las bebidas van aparte y allí es donde te clavan.

Hotel Xavier. Situado justo en frente del castillo.





Migas con huevo para compartir. Sabìan a ternasco...error


Ensalada de perdiz

Rodaballo


Pato


Tarta de queso. Muy rica.
Rabioli de piña con helado y sopa de naranja

La cena exceptuando lo de las migas puede considerarse como correcta.
Al día siguiente desayunamos en el propio hotel. Hay bollería, tostadas, jamòn, chorizo... Es necesario tomar fuerzas para continuar nuestra ruta. Vamos a dirigirnos a un pueblecito del que he leído maravillas y no conocemos. Ochagavía, en el Pirineo Navarro.

En ruta nos encontramos con esta bella ermita románica




Y así llegamos hasta Ochagavía. Es un pueblecito que parece anclado en el tiempo, sus calles empedradas, puentes medievales, todas las casitas pràcticamente iguales. Estos lugares donde todavía se viven los domingos como auténtico día de fiesta, sus gentes se ponen sus mejores prendas para ir a misa, por donde caminas y todo el mundo te saluda, donde un olor a leña y a pan recièn hecho te acompaña aunque gires por una esquina... tengo que decir que es de los pueblecitos màs bellos que he visitado y desde ahora publicitaré oralmente siempre que tenga ocasiòn.

Ochagavía



Ochagavía parece encontrarse anclada en el tiempo...






Cartel elecciones europeas





Abandonamos este bellísimo pueblecito. Vamos a cruzar ahora la frontera a Francia. Hemos reservado para comer en un pueblecito francés llamado Larrau. Le pregunto a un vecino de Ochagavía cuál es el camino que debo seguir para llegar a Larrau. Tras explicarme amablemente por donde se va me dice que ni lo intente, que vaya para otro sitio porque "la carretera está muy dificil por la niebla". Pero seguimos...


La niebla parece haberse dado cuenta de nuestra temeridad y comienza a perseguirnos. Llegamos sin dificultades hasta la frontera donde un corto y estrecho túnel separa a los dos países. Arriba, aùn en España, bajamos a tocar nieve. La temperatura ha descendido hasta los cinco grados frente a los más de quince que había en llano. El viento dificulta hasta mantenerse en pie.

Hasta el momento la carretera es aceptable



Cruzamos el túnel y parece que hemos entrado en otra dimensiòn, De pronto ha oscurecido. La carretera como tal desaparece, es más bien una pista de gravilla hace cincuenta años quizás asfalto. Hay tramos donde no hay quitamiedos, no hay rayas en el suelo...pienso que me estoy acercando a un punto de no retorno, donde no voy a poder girar para dar la vuelta, donde no sabrìa qué hacer si viene otro vehìculo de frente porque dos no cabemos...me estoy poniendo azul. Nieves me dice que había leído que en alguna ocasiòn había conductores que se habían tenido que bajar del coche para ver por donde seguía la carretera porque la niebla lo impedía...glub.




Transcurrido lo peor puedo bajar del coche para contemplar el paisaje

Realmente los 30 km. que separan Ochagavía de Larrau se me han hecho interminables, afortunadamente la niebla no ha descendido lo suficiente como para impedirme ver por completo el camino. Así entre colores y olores increíbles llegamos hasta Larrau, enclavado en un auténtico y bellìsimo paraìso.

Hotel restaurante Etchémaïtè






Detalle del comedor

nuestra mesa y la bella imagen de fondo
crema de alubias blancas, exquisita

Huevo con jamòn, espárragos...
Foie

Hemos elegido lo que los franceses llaman "formule, diferentes precios en el que eliges de una carta los entrantes y el resto de los platos. De beber tomaremos una copa de rosado y el resto yo solo agua por lo del coche.

Cordero asado. Lamentablemente con mucha grasa. Este plato enturbiò la comida



Lo dicho, el cordero con muchísima grasa y algún pelillo del animal fastidiò la nota media que se le podía haber dado a este restaurante, quizás fallamos en la elecciòn, quièn sabe.
Y llega el momento de regresar a casa. Ni me planteo regresar por donde hemos venido, probablemente a estas horas la niebla cubrirá ya todo el camino. Continuamos por Francia hasta encontrar el tùnel del Somport.
Y este ha sido el resumen de otro magnífico fín de semana. ¡Hasta la pròxima!