OTRA VEZ EN MARRAKECH.
6, Enero, 2010.
No hay mejor forma que comenzar el año viajando ni mejor regalo en el día de Reyes. La idea surgió en una conversación con mis suegros. Después de analizar algún viajecito para hacer con el coche y descartándolo por las inclemencias meteorológicas que suelen hacer por estas fechas les presenté la idea de ir a Marrakech, iba a ser la primera vez en sus vidas que viajaban fuera de España y además me parecía un lugar ideal. Luego se lo comentamos a mis cuñados y así comencé tiempo atrás a preparar el viaje.
A las cuatro y media de la mañana salimos los siete en dos coches Seat León de alquiler rumbo a Barajas. Durante el camino vemos caer unos copillos de nieve a la altura de Medinacelli, iba a ser el preludio de lo que estaba por llegar a la península, un enorme temporal de nieve que iba a teñir al país de blanco. A las 9 h. 55 m. despegamos en un airbus 219 de Easyget a Marrakech. A las once hora local aterrizábamos. Pronto se iba a dar la primera anécdota del viaje. Al salir del aeropuerto vamos a buscar un taxi para ir al hotel. Comenzamos las negociaciones del precio y mi suegro se enfada de qué forma porque no entiende que esas cosas del regateo lleven tanto tiempo. Le advierto que aquí se negocia todo y que en los próximos días tendrá que acostumbrarse. Finalmente y tras duras negociaciones nos viene a buscar un minibus para ir a nuestro hotel. Nos alojamos en el Ryad Mogador Menara, el mismo hotel en el que nos hemos alojado las otras dos veces que hemos estado Nieves y yo.
Para que el choque cultural no sea muy fuerte vamos a comer a un excelente restaurante que hay debajo del hotel Atlas que está al lado del nuestro, La Brasserie. Pizzas, entrecott, pasta... además sirven cervezas y vino. (En nuestro hotel no lo sirven). Después una siestecita y ya salimos al auténtico Marrakech, a la plaza Jamaa el Fna.
No tardé en contagiarles mi pasión por esta ciudad y por este ambiente a mis cuñados y hasta mi sobrino que con cinco años es un auténtico trotamundos. De hecho en los días posteriores noté que la pasión de mi cuñado por esta plaza y por los zocos rozaba el enamoramiento.
Así, después de dar un paseo por la plaza y acercarnos ligeramente a los zocos regresamos al hotel para cenar. Mis suegros permanecían impretéritos a lo que estaban viendo sin emitir un juicio de asombro o decepciòn, quizás eran muchas imágenes nuevas y fuera de su contexto real.
7 Enero, jueves. No creo que nunca haya estado lloviendo en Marrakech tanto como hoy. Nada de cuatro gotas y ya está, no, parecía que todo el día estuviese diluviando como de tormenta, lo cual no ha impedido que hayamos estado todo el día viendo cosas. Por la mañana hemos ido a visitar en primer lugar la Medersa Ben Youssef. Antiguo centro de estudios coránicos, levantado en 1.565. Fué el mayor de Marruecos donde llegaron a estudiar hasta 900 alumnos. Esta visita les ha encantado a mis suegros que recordaban un viaje en el que vimos la Alhambra de Granada y en el que tienen cierto parecido algunos patios. Luego hemos visitado el museo. Hemos paseado por la estrechas callejuelas del centro de la ciudad donde se alzan los ryads. Hemos vuelto a comer a La Brasserie. Por la tarde mis suegros se han quedado descansando en el hotel con mi sobrino y nosotros cuatro hemos salido de compras a un centro de artesanía local, o lo que es lo mismo, una tienda del estado donde tienes un montón de cosas para comprar a precio fijo y sin regateos.
8 Enero, viernes. Hoy nos ha hecho buena mañana y por la tarde ha vuelto a llover. Se acabaron las vacaciones para mis suegros. Mi suegra ha decidido no salir en todo el día del hotel y mi suegro se ha quedado para acompañarla.
Hemos visitado las Tumbas Saadìes. Descubiertas en 1917 y construídas a finales del siglo XVI. En ellas están enterrados los sirvientes y guerreros de esta dinastía en más de cien tumbas. En el Mausoleo principal de gran belleza está enterrado el sultán Ahmad al-Mansur, que fuè su creador, y miembros de su familia. Luego hemos ido al Palacio de la Bahía donde había una extraña exposiciòn dedicada al paso de las pateras donde miles de personas se juegan la vida, perdiéndola muchos de ellos, por encontrar un futuro mejor en Europa. Por la tarde hemos ido a la moderna y preciosa estación de trenes y luego de nuevo a los zocos.
Marrakech tiene dos partes bien diferenciadas. Por un lado está la medina o centro de la ciudad donde se encuentra el Marrakech auténtico que tanto me entusiasma y por otro está el Gueliz o la ciudad nueva con la avenida Mohamed V y Mohamed VI donde están los hoteles y tiendas modernas. Esta ciudad cada día me gusta más. Es incontable lo que siento cuando paseo por la bulliciosa plaza de Jamaa el Fna llena de gente tanto por el día como por la noche. Es un ambiente único. Y pasear por los zocos, como digo siempre es como sumergerte en otro mundo, en otra dimensiòn LLENA DE COLORES Y OLORES. Sin duda es mi ciudad favorita, por su belleza y por su cercanía...
9 Enero, sábado.
Por la mañana hemos ido a ver los jardines de Majorelle. En 1924 el artista Jacques Majorelle los adquiriò como centro para desarrollar su inspiraciòn. Desde 1984 pertenecieron a Ives Saint Laurent. Es un autèntico oasis o paraíso tropical con cientos de especies vegetales. Una preciosidad. El resto del día seguimos paseando por los zocos. Hemos montado en calesa, lo que a Hugo le daba enorme ilusiòn. Asì mismo hemos subido tambièn a un bus turìstico para recorrer la ciudad y verla desde arriba. Igual me dá desde arriba que desde abajo, es igual de bella.
Esta tarde he comprobado la enorme diferencia cultural que hay todavía en Marruecos. Hemos entrado a una tienda a comprar algunos dulces. Allí mientras una joven nos atendía nos ha pedido si podríamos darle luego algo de propina. Pienso que esta chica o no tiene salario y está por las propinas de los clientes o si lo tiene es muy excaso. Me he atrevido a preguntarle cuànto tenía de salario por trabajar allí. Entonces la joven quería parecer que no me entendía, era una incomodidad para ella, desde luego. Un hombre que estaba allí de la misma tienda se ha acercado rápidamente, porque me estaba observando, y me ha preguntado si todo iba bien y si habìa algún problema con algo. Le he dicho que no pasaba nada y que sòlo preguntaba por el precio de lo que estaba preparando. Por otra parte, en el extremo opuesto, ya por la noche y en la Brasserie, mientras los cuatro hacíamos buen acopio de cervezas por la despedida, sin preguntarnos nadie nada nos han sacado a la mesa una enorme pizza marinera como regalo, algo que no he visto hacer jamás en ninguna parte.
10 Enero, domingo.
Regresamos a casa. A las ocho de la mañana tomamos un Boing 737 de Ryanair rumbo a Madrid. A las once hora local y con cinco grados bajo cero aterrizamos. España desde lo alto parece una sábana blanca. Mi suegra ya se encuentra mejor, está en su hábitat natural. Nosotros mientras podamos seguiremos viajando porque no tenemos patria fija, el mundo es nuestra casa. Y en cuanto podamos regresaremos de nuevo a mi querida MARRAKECH.
MARRAKECH, Enero 2010.
MARRAKECH, Enero 2010.
