miércoles, junio 3

MARRAKECH

MARRAKECH, TAN CERCA Y TAN LEJOS. Abril, 20 al 21, 2007.

21 abril, sábado. Ayer viernes después de salir de trabajar al mediodía y llegar a casa fuímos a buscar un Fiat Punto de alquiler y salimos para Barcelona. Sobre la una de la madrugada despegábamos rumbo a Marrakech donde llegábamos dos horas después.
De nuevo nuestro inagotable deseo de viajar nos llevó a plantearnos la posibilidad de aprovechar este puente festivo en Aragón y comenzamos a analizar todas las rutas posibles reales en el tiempo y en el bolsillo.
Nos alojamos en el hotel RYAD MOGADOR MENARA, un cinco estrellas de impresiòn con un hall de hadas y una habitaciòn bestial. Se encuentra situado en la Avda. Mohamed VI en la ciudad nueva a unos diez minutos a pie de la fortificaciòn.
La situación ahora mismo en Marruecos es bastante delicada. Esta pasada semana hubo algunos atentados suicidas en Casablanca, tiroteos y detenciones. Al parecer existen algunas células de Al-Qaeda en este país que están haciendo de las suyas y lo único que saben hacer, matar. En España han aconsejado extremar las medidas de seguridad y evitar salvo necesidad imperiosa viajar a este país por temor a nuevos atentados. Pero aquí estamos Nieves y yo ajenos a estas guerras porque lo nuestro es conocer mundo y estar con todos en paz.
Esta mañana despuès del desayuno hemos cogido un taxi y le hemos pedido que nos llevase hasta las Tumbas Gaadiens. Nos han sorprendido, entre otras cosas, la belleza de sus azulejos. Despuès de visitarlas hemos ido a la Plaza de Djamaa el Fna, punto neurálgico de Marrakech. La torre Koutoubia se alza majestuosa. De esta torre copiaron la Giralda de Sevilla.
En la plaza ves encantadores de serpientes, tuaregs que vienen a vender sus productos, pequeños chiringuitos... pero cuando llega la noche no se apaga del todo sino que se enciende otro escenario diferente. Columnas de humo y el olor de carne especiada asándose invaden el lugar. Desde la terraza del café de Francia mientras tomábamos un refresco hemos podido contemplar magníficamente el devenir de el Fna.
Hemos recorrido los zocos incansablemente durante horas perdíendonos entre ese laberinto de calles estrechas llenas de tiendas. Sus viviendas rosas, en realidad toda la ciudad es rosa, me recordaban en algunos momentos a la ciudad india de Jaipur, más si cabe con el intensivo olor a especias que me embriagan y hacen que me traslade a otro tiempo, otra dimensiòn.
Despuès de comer y echar una siestecita, bajo una finísima cortina de agua, hemos vuelto a los zocos atraídos como un imán lo hace con dos alfileres. Hemos comprado una lámpara para casa de piel de camello, o eso dicen, y algunos fósiles.
22 abril, domingo.
Esta mañana hemos seguido conociendo la ciudad. En primer lugar hemos visitado la Madrassa, antiguo centro de estudios islámicos. Su parecido con la Alhambra de Granada es impresionante, de hecho viendo sus patios parecía que nos encontrásemos en aquella ciudad andaluza que tuvimos ocasiòn de conocer hace algunos años. El Museo de la ciudad, donde se encuentra un patio que por su colorido y la disposiciòn geométrica de sus azulejos transmite una sensaciòn de paz y serenidad difíciles de narrar.
El resto del día lo hemos pasado caminando entre los zocos y realizando algunas compras. Mañana regresamos vía Madrid y fín de esta excursiòn.
El pueblo marroquí me ha parecido muy cordial y educado. La ciudad muy moderna y con los mismos servicios que ofrece una ciudad occidental. Marruecos tiene un futuro muy prometedor.

OTRA VEZ MARRAKECH. 25 AL 29 Enero, 2009.
De nuevo aprovechamos unas minivaciones para volver a esta preciosa ciudad. Nos alojamos en el mismo hotel que la vez anterior. Salimos de Madrid en un avión de la compañía EASY JET. Esta vez llevo conmigo un molesto acompañante, una gripe que hace que durante el viaje me sienta como una colilla chafada por un camiòn y Nieves además la acaba de dejar sintiendo todavía las consecuencias. De esta forma lo tomamos más como un descanso. Por las mañanas damos paseos hasta que las piernecillas nos aguantan. Por la tarde salimos a dar otro paseo por la plaza y los zocos. Quisiera haber contratado alguna excursiòn para ir hasta la montañas nevadas del Atlas o a conocer algún pueblo tuareg, pero no tenemos ni pizca de ganas. Al acabar las minivacaciones y un poco más recuperados salimos a comprar por los zocos. Bueno, el hecho de volver a esta maravillosa ciudad, ver el color rosa de sus casas, el ajetreo de la plaza Fna... vuelve a cargarnos el espíritu para planerar nuevos retos.
 



















































































































































































































































Marruecos, tan cerca, tan lejos...