jueves, abril 4

OJO GUAREÑA Y FRIAS


OJO GUAREÑA Y FRIAS
 
 
 
  Aprovechando unos días festivos decidimos de nuevo ir a Cantabria.Cuántas veces van ya y cuan me gusta esta tierra. Esta vez decido modificar la ruta y desviarme para, tanto al ir como al volver conocer lugares nuevos. Había leído tiempos ha sobre la belleza de Ojo Guareña y Frías, así que hago el planing para poder conocerlos al ir y al volver.
  Salimos por autopista hasta Haro, Logroño, y de ahí continuamos por carretera hacia Pancorvo, Oña y finalmente Espinosa de los Monteros.
 Entre este localidad y Merindad de Sotoscueva y Merindad de Montija se encuentra Ojo Guareña. Un impresionante complejo Kárstico que cuenta con más de 100 km. de cuevas subterránes de las cuales pueden visitarse 400 m. asì como la ermita de San Bernabé y San Tirso. Se trata de un complejo de cuevas talladas por las aguas de los ríos Guareña y Trema durante miles de años. Es el más grande de la Península Ibérica y de los diez más grandes del mundo. Ya habitado por los hombres de la prehistoria. En el lugar existen especies de invertebrados únicas en el mundo, como un pariente lejano de las gambas. También en la época del medievo fué utilizado para construir unos curiosos silos donde poder conservar el grano. Después de realizar la visita a la cueva la excursiòn termina en la ermita de San Bernabé donde se aprecian unos interesantísimos murales en los que se detallan escenas sobre los martirios y torturas a los que se sometió San Tirso. Realmente la visita es espectacular y la recomiendo encarecidamente, pues desgraciadamente no es un lugar muy conocido al menos por las personas de mi entorno a quienes comenté la excursiòn.
 
Acceso a la gruta

 
 
 


  Al entrar en la cueva proyectan un audiovisual donde narran còmo se formaron dichas cavidades así como las especies que habitan las mismas y otras curiosidades del lugar. (Como la de un príncipe que pereciò dentro de las mismas por no poder encontrar la salida de los entremados laberínticos buscando el agua sagrada que segùn las leyendas otorgaba el poder de la visiòn y la inmortalidad).
 
 
 
 





Concluìda nuestra interesantísima visita a las grutas y ermita de Ojo Guareña proseguimos nuestro viaje. Internándonos en Cantabria y acercándose ya la hora de comer seguimos a pie de letra nuestro programa y continuamos hasta Bárcena Mayor. Un pueblecito realmente precioso que ya hemos visitado otras veces y que repetimos para degustar el exquisito cocido montañes que sirven en el restaurante "El Puente".































 Un aperitivo de venado con queso y cebolla caramelizada, de primero el cocido montañés y de segundo algo ligerito como un entrecott. De postre tarta de queso.
  Después de dar un paseo por Bàrcena Mayor proseguimos hasta Cabezón de la Sal para presentarnos en nuestro hotel. Ya lo conocíamos por habernos alojado en él en anteriores ocasiones."Hotel Valle de Cabezón".  En realidad no está en Cabezón, sino en Cabrojo a cuatro kilómetros. El establecimiento es nuevo y la relación calidad-precio excelente. El trato así mismo del personal tambièn está a la altura.





  Salimos de nuevo a la carretera y nos dirigimos a Suances y Santillana del Mar. En otras entradas del blog se pueden contemplar más fotografías que las siguientes.







  Regresamos de nuevo al hotel a la hora de cena. Una ensalada con frutos de mar, palito de cangrejo, mejillones y langostinos, y luego un filete de ternera.Tarta de postre. Muy buen menú.

  Durante el día siguiente repito una excursiòn que por la belleza de los paisajes que transcurren nunca me canso de realizar cuando vengo a Cantabria. Tomamos la autovía hasta Unquera y de allí nos desviamos direcciòn Panes-Potes-Picos de Europa. Después de atravesar el imponente Desfiladero de la Hermida nos encontramos con Santa María de Lebeña. Iglesia románica y torre mozárabe.







  Tras atravesar Potes, al que luego regresaremos, continuamos hasta Fuente De donde se encuentra el teleférico que sube a los Picos de Europa, excursiòn que ya hemos realizado tambièn.
  Volvemos a Potes para dar un paseo y tomar un refresco y nos dirigimos a Cosgaya para comer en el "Oso". La sopa de cocido que sirven es algo que no se puede contar, así como el chuletón.







 Asì, y tras atravesar de nuevo el bellísimo desfiladero de la Ermida, regresamos a Cabezón de la Sal.

  Al día siguiente, ya de regreso para casa, tomamos la ruta que nos trajo de ida porque queríamos visitar la ciudad más pequeña de España, Frías, de la cual había visto imágenes realmente bellas y tengo que decir que la visita no me defraudó en absoluto.













 
 Finalizamos nuestra excursiòn comiendo en el restaurante Fridas, en Frìas, donde nos "metemos" unas impresionantes judías rojas y unos callos de segundo. Excelente por el menú que ofrecen, la calidad, variedad y el precio.