viernes, diciembre 17

DE BERGEN A CANTABRIA


DE BERGEN A CANTABRIA. 4 Diciembre, 2010.
Sì señor, es la primera vez que planeo un viaje para ir a Noruega y acabo ese mismo dìa en Cantabria, original cuando menos ¿no?.
Llevábamos un par de meses planeando este viaje para el "Puente de la Constituciòn". Ibamos a la preciosa ciudad de Bergen, la entrada a los fiordos. Teníamos los billetes de avión, Madrid, Amsterdam, Bergen. Tenìamos reservadas cuatro noches en el hotel. Había leído cuanto había podido sobre la ciudad y las actividades que íbamos a realizar allì, como hacer la excursiòn del tren de Flam y navegar por un par de fiordos, muy bellos tambièn por estas fechas por los hielos y las nieves caídas.
El viernes día 3 oigo por la tarde en la radio que los controladores aéreos se han puesto en huelga, sorpresiva en cuanto no estaba anunciada. Glug, comienzo a sentir. Pienso que hasta el día siguiente han podido desconvocarla, iluso...
El sábado inicio el ritual de todos los viajes. Me levanto temprano, tomo un autobús y voy hasta el lugar donde tengo que recoger el vehìculo de alquiler. Las noticias siguen siendo desalentadoras, la huelga continúa. Llego a casa, subo por la maleta, Nieves y yo comenzamos la excursiòn. La radio comunica que el aeropuerto de Barajas se encuentra completamente colapsado y aconsejan que nadie llegue hasta allì. Analizo todas las posibilidades y al llegar a Medinacelli mientras almorzamos decidimos que no merece ya la pena seguir y damos media vuelta.
Gracias a los controladores aéreos nos hemos quedado sin ir a Noruega. Pienso que mi caso sòlo es uno màs y que carece de la importancia que otras personas han tenido que sufrir: gente enferma con la necesidad urgente de viajar para llegar a un hospital, gente días tirada en el aeropuerto porque ha perdido su enlace... auténticos dramas. Mi genio y carácter hace que enseguida me sobreponga de una situaciòn porque siempre pienso en casos peores.
Llegamos a Zaragoza directos a devolver el vehículo de alquiler, por cierto, un Opel Zafira. Regresamos a casa en taxi. Nos sentamos en el ordenador y decidimos que con nuestro coche nos marchamos a hacer puñetas ya mismo. ¿Què lugar me parece idílico por bonito y por su gastronomía? ¡Cantabria! Reservamos cuatro noches en hoteles diferentes y de nuevo salimos a la carretera.
Llegamos a Ruesga ya de noche. Nos alojamos en el hotel Palacio Torre de Ruesga. Excelente trato y servicio. Al poco de subir a nuestra habitaciòn nos traen un vino blanco y una anchoita. El hotel y nuestra habitaciòn preciosos. Bajamos a cenar. Tomaremos el menú degustaciòn: Anchoas, pescado, entrecott y màs. Toca descansar despuès de un día tan intenso y a dormir.
El domingo por la mañana lo pasamos haciendo kilòmetros y buscando sitios donde ver nieve, al menos nos damos el capricho ya que en nuestras mentes esperábamos ver mucha estos días. Comemos en Santillana de Mar, en el restaurante los Blasones, sitio que ya conocíamos de otras veces y donde tienen un menú excelente a muy buen precio: cocido montañés y entrecott. Las carnes de estos lares tienen algo especial. Luego nos dirigimos a Comillas. Vamos a alojarnos en el hotel Abba Club Gof Rovacías. Como la tarde está lluviosa y ventolera la pasamos en la habitaciòn hasta salir a cenar. Llamamos al restaurante "Capricho de Gaudí", está cerrado. Salimos a dar un paseo por Comillas y entramos a cenar en el restaurante "Urrea", mejor no haberlo hecho. Mal servicio, mala calidad y muy caro. Valga como ejemplo que pedimos un determinado vino y se equivocaron al ponernos otro, a pesar de ello lo tomamos avisando del error cometido. En la factura nos cobraron el segundo ¡enorme fallo, no se hace nunca!. Si es el rape que pedimos de segundo plato eran dos trocitos del tamaño de un botón de camisa con mucha lechuga a su alrededor para llenar el plato. Lo dicho, si vas a un sitio y no te gusta no repites y punto.
El lunes por la mañana salimos hacia Asturias, a Oviedo. Es èsta una ciudad que quería conocer y nada mejor que ahora que tenemos tiempo. Visitamos su entramado medieval, la catedral con sus museos donde se encuentran entre otros las cruces de oro y piedras preciosas que simbolizan a Asturias y Oviedo, el sudario de Cristo -reproducciòn fiel-. El día es magnífico y las calles están abarrotadas de gente. Comemos en el restaurante "Casa Amparo". Magnífico. Atenciòn y calidad. Comemos una fabada asturiana y solomillo al foie. Nieves de primero una ensalada de langostinos. Lo dicho, un gran restaurante.
Por la tarde subimos a ver Santa María del Naranco, joya del prerrománico astur. De nuevo a la carretera que es lo nuestro y vamos hasta Treceño para alojarnos en el hotel "Palacio de Guevara" en el que ya son varias las veces que hemos estado y es precioso.
El martes vamos de pueblecitos para comprar sobaos, quesadas, chorizo y morcilla. Ya sé, es un viaje gastronòmico. Pienso que en Noruega no habríamos comido tan bien. Comemos en Vega de Pas, en el restaurante "Frutos". Hoy decido comer un poco menos, comienzo a encontrarme como una bola. Sacamos unas anchoas y un plato de jamòn de picoteo y de segundo me meto, como se dice en castizo, lechazo al horno... delicioso. Hoy nos alojaremos en el hotel "Palacio de Soñanes" en Villacarriedo, otro precioso hotel que ya conocíamos.
El miércoles salimos hacia Castro Urdiales, precioso pueblo marinero. Despuès de pasear por sus calles comeremos en el "Segoviano". Una ensalada de pimientos, cebolla caramelizada y ventresca como centro de mesa y luego una impresionante y bestial zarzuela de mariscos. Asì salimos de nuevo para Zaragoza.
Hemos ahogado nuestras penas por el viaje fallido comiendo y comiendo. No hay mal que por bien no venga...
















































































































































































































































































































































































DE BERGEN, NORUEGA, A CANTABRIA.